Unas manos de niña y sobre ellas todo un planeta. Un llamamiento a la protección de la tierra que heredarán los que vienen por detrás. Un grito a la responsabilidad de todos.

Dudas y certezas comparten el horizonte de la vuelta del verano. El regreso ya no será tan festivo como otros años. Se suspenden las ferias y en el aire están acciones sociales y culturales alternativas acordes a la nueva situación.

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